El Game Master es el 50%... ¡o más!
*** For Da Players: artículo considerado desde el punto de vista del jugador ***
Si lo analizamos detenidamente, cuantas veces al ir a jugar un Escape Room, un Game Master mediocre nos ha "desinflado" la experiencia de una gran sala o un gran Game Master nos ha "levantado" la experiencia de una sala mediocre. Vamos, que el Game Master acaba siendo decisivo, el 50% de la experiencia... ¡o más!
Pero bueno, no vamos a descubrir nada, es el poder que tiene todo anfitrión al atender a sus invitados. Pensemos, por ejemplo, en cuando vamos a cenar a un restaurante: el impulso de dejar propina no viene precisamente de que el plato fuera una innovación exclusiva de alta cocina, viene de que el camarero nos ha hecho vivir una velada inolvidable.
Cuando una marca de Escape Room crece demasiado deprisa se suele dar el "síndrome McDonald's": chavales jóvenes como Game Masters, con actitud nada empática y mercenaria, sin control directo de un jefe y que nos atienden manejándonos de forma impersonal como piezas en una cadena de montaje... Vamos a estar en tensión, en guardia, no vamos vamos a confiar en él y seguro que no le vamos a dar propina, es más, seguramente le pongamos bastante menos de 5 estrellas en Tripadvisor, por muy pepino que fuera el Escape Room. Nos dejamos llevar para disfrutar del espectáculo cuando estamos cómodos, y estamos cómodos cuando confiamos en nuestro anfitrión, cuando nos acoge de forma personal, nos entiende y habla "nuestro idioma", cuando bromea y nos da tranquilidad, cuando nos marca unos límites pero vemos que es la manera para que nos lo pasemos bien, cuando sentimos que cuida de nosotros... Cuando, como si fuéramos un niño malcriado, todo gira en torno a nosotros :P
Y cuando un camarero nos ha hecho sentir así, nos hemos girado hacia él, y dándole el protagonismo que no venía teniendo le hemos dicho "¡Ole tú!". Y le hemos dejado un pedacho propina en plan guiri que flipas :P